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Maximiza tu Privacidad con Opciones de Ocultación Jardín

Maximiza tu Privacidad con Opciones de Ocultación Jardín

Cuando se trata de disfrutar al máximo de tu espacio al aire libre, la privacidad y la separación son consideraciones fundamentales. 

Tanto si estás relajándote en tu jardín en un día soleado como si estás realizando actividades importantes como una mudanza, contar con la privacidad y ocultación jardín adecuada es esencial para garantizar una experiencia cómoda y sin distracciones. Los días de mudanza, en particular, representan momentos críticos en los que necesitas asegurarte de tener un entorno tranquilo y protegido para facilitar el proceso. 

Es por eso que en este artículo, nos sumergiremos en una variedad de opciones de ocultación jardín que te permitirán crear un ambiente tranquilo y separado del exterior, proporcionándote la privacidad que necesitas para optimizar tus días de mudanza y disfrutar plenamente de tu espacio al aire libre.

 

Opciones de Ocultación Sintética

 

Una de las opciones más populares para la ocultación jardín es el uso de materiales sintéticos. La ocultación sintética ofrece una combinación única de durabilidad, resistencia a la intemperie y bajo mantenimiento. Estas soluciones suelen estar fabricadas con materiales como PVC o polietileno y están diseñadas para imitar la apariencia de materiales naturales como la madera. Además de proporcionar privacidad, la ocultación sintética puede mejorar la estética de tu jardín, ya que está disponible en una variedad de estilos, colores y texturas que se adaptan a tus preferencias y necesidades específicas.

 

La ventaja de la ocultación sintética radica en su durabilidad y resistencia a los elementos. A diferencia de la madera natural, que puede deteriorarse con el tiempo debido a la exposición al sol y la lluvia, los materiales sintéticos requieren poco mantenimiento y conservan su apariencia durante años. Esto los convierte en una opción ideal para aquellos que desean una solución de ocultación jardín que no requiera pintura ni sellado regular.

 

Opciones de Ocultación Natural

 

Para aquellos que prefieren un enfoque más orgánico, la ocultación natural ofrece una alternativa encantadora. Materiales como el brezo, el mimbre y el cañizo pueden crear una barrera visual que proporciona privacidad mientras agrega un toque de belleza natural a tu jardín. Estos materiales son resistentes y sostenibles, lo que los convierte en una opción eco-friendly para tu espacio exterior.

 

El brezo es una opción popular para la ocultación natural debido a su resistencia y capacidad para crear una pantalla visual densa. Con su aspecto rústico y textura natural, el brezo se mezcla fácilmente con el entorno y proporciona una sensación de privacidad sin comprometer la estética del jardín.

 

El mimbre y el cañizo también son opciones populares para la ocultación natural. Estos materiales son flexibles y fáciles de trabajar, lo que permite crear una barrera personalizada que se adapte a las necesidades específicas de tu jardín. Además, el mimbre y el cañizo pueden teñirse o pintarse para complementar la paleta de colores de tu espacio exterior.

 

Ocultación Jardín: Soluciones para Privacidad y Separación

 

En conclusión, contar con opciones de ocultación jardín adecuadas puede marcar la diferencia. Ya sea que optes por la durabilidad de la ocultación sintética o la belleza natural de materiales como el brezo y el mimbre, asegúrate de elegir una solución que se adapte a tus necesidades y preferencias. Con la privacidad garantizada, podrás concentrarte en completar tus actividades de manera eficiente y sin distracciones no deseadas.

 

¿Cómo usar un taladro en casa?

El taladro percutor es la utilidad eléctrica de bricolaje más especial. El taladro eléctrico pertence a las utilidades más utilizadas tanto en espacios domésticos (bricolaje) como expertos (instaladores, industrias, etcétera).

En este texto vas a aprender cómo utilizar un taladro de manera correcta.

  • Uso del taladro para perforar o atornillar
  • Fijación de la broca en el portabrocas
  • Selección de la agilidad, sentido de giro y modo percutor
  • ¿Cuándo tienes que encender el percutor?
  • ¿Cómo utilizar el taladro para taladrar?
  • Medidas de seguridad en la utilización del taladro

Uso del taladro para perforar o atornillar

El taladro es una utilidad que te sirve para perforar en ladrillo, hormigón, piedra, madera, cerámica, metal o plástico.

Además, la mayor parte de taladros con batería y varios de los superiores taladros percutores con cable tienen la posibilidad de incluir:

  • Un regulador electrónico de la velocidad
  • Un inversor del sentido de giro (a izquierdas o a derechas)
  • Dos velocidades mecánicas (opcionalmente)

Los taladros que tienen dentro estos elementos además los puedes utilizar como atornillador. Para atornillar es requisito que reduzcas la agilidad. Además, si lo que deseas es aflojar tornillos, deberás cambiar el sentido de giro (a izquierdas). Después te voy a hablar de esto.

Fijación de la broca en el portabrocas

Lo primero que tienes que llevar a cabo es insertar la broca en el taladro. En relación del taladro, hay tres tipos de portabrocas:

  • Mandril de corona dentada con cierre manual por medio de llave
  • Portabrocas automático de cierre con una mano
  • Portabrocas semiautomático de cierre con las dos manos

En los portabrocas cursos, para abrir y cerrar la mordaza necesitas una llave. El portabrocas automático a una mano es el más simple de utilizar, además se conoce como mandril autoblocante y únicamente debes apretar o aflojar la tuerca. Terminando, en el portabrocas semiautomático tienes que sujetar la región inferior con una mano, mientras aprietas o aflojas la tuerca superior.

En está imagen puedes observar cómo fijar la broca:

Fijación de la broca en el portabrocas manual (con llave) y automático (sin llave)

Independientemente del tipo de taladro que poseas, deberás insertar la broca y apretar con fuerza la tuerca del portabrocas para evadir que la broca resbale al taladrar.

Además, si lo vas a utilizar como destornillador y tus puntas de atornillar son cortas, es aconsejable que utilices un adaptador para puntas hexagonales. Éstos son los más comunes:

Tres tamaños de adaptadores para puntas hexagonales para un taladro percutor

Selección de la agilidad, sentido de giro y modo percutor

Cuando poseas la broca o punta fijada. Vas a tener que elegir la agilidad y el sentido de giro, de esta forma como el percutor.

El ajuste del percutor es bien simple: si vas a taladrar pared, sitúalo en la posición de martillo (percutor habilitado), si vas a taladrar metal o madera en la posición broca (percutor desactivado).

En relación a la agilidad, vamos por partes. No todos los taladros tienen dentro un regulador de las revoluciones. En los que sí lo tienen, vas a encontrar una ruedecilla dentada sobre el gatillo. Además, la mayor parte tienen dentro un gatillo progresivo que te facilita regular la agilidad gradualmente mientras perforas (en funcionalidad de la presión que apliques con el dedo).

Gatillo y ruleta reguladora del sistema electrónico de agilidad en un taladro

De todos modos, en varios casos el sistema es el mismo. Lo que hace la rueda es impedirte que presiones el gatillo intensamenta. Y por eso está sobre el gatillo. No obstante, los especiales taladros tienen dentro un regulador sin dependencia ubicado en otro lugar, por lo general, en la parte alta de la estructura.

Ésto con respecto al regulador electrónico, que es el que regula la agilidad del motor y, consecuentemente, la de la broca.

Además, si tu taladradora tiene dos velocidades mecánicas, guíate por esta tabla para elegir la velocidad:

  • Velocidad I (tortuga o lenta): actívala cuando vayas a llevar a cabo taladros de enorme diámetro en metal o madera. Va a impedir que quemes la broca.
  • Velocidad II (liebre o rápida): úsala para perforar en mampostería (paredes, techos, suelos). Además para taladros de poco diámetro (hasta 6 mm) en metal y madera.

Si deseas estudiar más sobre este asunto, te sugiero que leas mi artículo sobre la selección de la agilidad al taladrar en metal.

Asímismo, si estás utilizando un taladro de batería con embrague de bolas multiposición, entre otras cosas, con números del Nº1 al 12 que indican la fuerza de giro, fijarás este selector en la posición broca (para taladrar), o bien, por medio de ensayo y error en el número correcto para atornillar (lo vas a ver al utilizarlo, tienes que ir probando).

Terminando, ten en cuenta de que el sentido de giro es el preciso. Para taladrar y apretar tornillos, el portabrocas, visto desde la parte de atrás del taladro, oséa, viendo a la pared, debe girar en el sentido de las agujas del reloj (a derechas). Para desatornillar tornillos vas a tener que lograr que gire a izquierdas.

Antes de utilizar el taladro nos aseguraremos de haber escogido el sentido de giro preciso

¿Cuándo tienes que encender el percutor?

Una de las inquietudes más recurrentes que tienen la gente que jamás han utilizado un taladro es cuándo se requiere encender el percutor. La respuesta es simple: jamás para taladrar madera o metal.

El percutor es un sistema que posibilita la perforación en paredes de mampostería percutiendo, oséa, dando chicos golpes sobre la broca. Solo cuando vayas a taladrar en paredes de ladrillo u hormigón deberás activarlo. En la situacion de paredes de cuadros de cartón-yeso, se puede utilizar pero no es requisito.

Activaremos el percutor solo para taladrar en pared

¿Cómo utilizar el taladro para taladrar?

Cuando tienes la broca fijada, la agilidad correcta y el interruptor de percusión en la posición precisa, el taladro está preparado para su uso. Las piezas pequeñas las puedes fijar en un tornillo de banco. Hazlo siempre que te sea viable.

Marca con lápiz o con rotulador el punto a perforar. En metal y azulejo haz una marca con el apoyo de un granete o punta de marcar. Terminando, adopta una posición práctica del cuerpo que te permita vigilar el taladro y ver bien el progreso de la broca.

Las piezas pequeñas las fijaremos en un tornillo de banco

Coloca la broca sobre el punto a taladrar y comienza a perforar. Presiona el gatillo paulativamente hasta lograr la agilidad máxima de giro. De forma simultanea, ve aplicando una presión despacio sobre el taladro pero sin forzar la máquina. En los agujeros profundos, saca ocasionalmente la broca para contribuir a remover el polvo o las virutas (especialmente en madera).

Taladro en madera

Medidas de seguridad en la utilización del taladro

Tienes que tomar en cuenta las siguientes cuestiones de inseguridad cuando taladres:

  1. Uso de la empuñadura auxiliar: el control del taladro resulta primordial en todo instante para evadir accidentes. Utiliza la empuñadura agregada siempre que te sea viable.
  2. Protectores auditivos: la exposición a ruidos superiores puede ocasionar pérdida de audición. Utiliza cascos protectores auditivos o tapones de espuma para protegerte, principalmente al taladrar con percusión.
  3. Posición corporal: adopta siempre una posición práctica que te permita vigilar la utilidad.
  4. Cables: el cable eléctrico debe estar bien ordenado para que no entorpezca la operación y para impedir su perforación accidental.
  5. Debes poner particular precaución para sostener las manos alejadas de las partes en rotación, oséa, el portabrocas. Lo mismo para las ropas holgadas. Además tienes que quitarte algún complemento que logre ser atrapado por la rotación de la máquina.
  6. Si el material a perforar es tóxico, tienes que utilizar una mascarilla protectora para evadir la inhalación de vapores o polvo nocivo.
  7. Tras una operación de taladrado prolongada, la broca puede estar increíblemente ardiente. Impide el contacto con la piel para reducir el peligro de quemaduras.

Jabonero, expertos en movimientos de tierras

Jabonero Construcciones, especializados en movimientos de tierras, es decir, hacer caminos, túneles, obras hidráulicas, edificios, etc.

jabonero

 La maquinaria que se emplea realiza las funciones de soltar y remover la tierra, así como levantar y llevar la tierra a los vehículos preparados para el transporte.

La gran ventaja es que son capaces de distribuir toda la tierra controlando el espesor y de compactarla. A continuación vamos a explicar brevemente cada una de ellas:

  • La pala excavadora que puede subdividirse en dos tipos: orugas y aquellas que van sobre neumáticos o llantas.
  • La topadora cuya labor es remover y empujar a tierra gracias a su cuchilla frontal. Se trata de máquinas muy eficientes pero solamente diseñadas para realizar desplazamientos de unos 100 metros en dirección horizontal. Suelen estar compuestas por dientes de acero en la parte de abajo para poder hincarlos en aquellos terrenos más duros.
  • La pala cargadora frontal es usada para remover la tierra que se encuentra suelta y llevarla hasta los vehículos que las transportarán posteriormente. Normalmente suelen estar articuladas para posibilitar maniobras en un espacio más pequeño.
  • La mototraílla cortan capas iguales en terrenos de textura suave y van empujando el material hacia el recipiente que se cierra cuando se ha llenado completamente para llevarlo al lugar donde debe ser depositado.
  • Motoniveladora se usa para mezclar terrenos cuando vienen de canteras distintas para conseguir una textura uniforme.

Crece el sector de la construcción en España gracias a las exportaciones

Desde que la crisis económica recaló con fuerza en toda Europa, todos los sectores que dan cuerpo a la economía de una nación han debido afrontar los embates de este duro fenómeno y el mercado de la construcción en España no es ajeno a esto. En efecto, desde 2007, la construcción de viviendas experimentó una caída de un 95%, lo cual se vio acompañado de una merma del 75%, en el consumo de cemento y la disminución de un 85% en la contratación de obra pública.
Es de público conocimiento que la construcción constituye una actividad que da cuenta de la situación de la economía y, sobre todo, de lo referente a la demanda interna. De este modo, si las personas perciben mayores ingresos, estarán en condiciones de comprar más casas, departamentos y demandar más centros comerciales, reflejando no sólo un progreso en infraestructura sino también en el desarrollo de cualquier país. Pero cuando la situación es radicalmente contraria, los resultados pueden tener un efecto negativo sin precedentes, tal como puede observarse en estos momentos. De hecho, hoy en día el ‘ladrillo’ español permanece en una especie de círculo vicioso que pareciera no tener fin, pues ante la falta de financiación, la compra y venta de viviendas es mínima. Lo cierto es que sin financiación no se construye y, por consiguiente, se genera una combinación explosiva que produce fuertes caídas de todos los indicadores.
La parálisis del sector inmobiliario español queda reflejada en cifras desoladoras. Por dar un ejemplo,  durante el primer mes de 2013, solamente fueron terminadas unas 5.000 viviendas en toda España, cuando hace apenas cinco años el promedio mensual era de unas diez veces más.
Situación actual de las exportaciones
Sin embargo, a pesar que la actividad en el país sigue en descenso, el mercado de la construcción ha logrado recuperar de a poco el nivel de exportaciones que poseía en los momentos previos a la crisis, experimentando un crecimiento de aproximadamente un 9,4% en los últimos tres años. De acuerdo al informe elaborado por Construmat, denominado “El potencial exportador de la construcción española”, que fue presentado a fines de mayo de 2013 en el Salón Internacional de la Construcción de Fira de Barcelona, los países emergentes son vistos como una importante opción para la creación de hasta 12.500 puestos de trabajo en  las constructoras españolas.
Según dicho estudio, durante 2012 el mercado de la construcción realizó exportaciones por 16.581 millones de euros, un 19% más que los valores obtenidos en 2006, representando el 7,5% del total de ventas al extranjero registradas en España. Esta situación propició la creación de 212.500 puestos de trabajo, cifra que significa el 1,2% del total del empleo en el país.
Si bien las exportaciones tienen como principal destino a los países de la Unión Europea, que representan un 54% del total, la recesión económica en la que está sumida la Zona Euro ha llevado a las empresas españolas del sector de la construcción a abrirse a nuevos mercados, en especial Brasil y Rusia. Los productos que más se exportan a los países emergentes son sanitarios, griferías y tuberías, y en menor medida revestimientos ligeros y pavimentos.

Imagen:

elmundo.es

Tipos de ladrillos según su aplicación

Existen diversos tipos de ladrillos, que se clasifican en base a su fortaleza o su resistencia a altas temperaturas, los cuales son fabricados para cumplir diferentes funciones. De modo que de acuerdo al tipo de construcción que se pretenda realizar, para obtener óptimos resultados deberá elegirse el tipo de ladrillo más adecuado.
Clasificación de los ladrillos según su tipo
El ladrillo que comúnmente más se suele usar es el macizo tipo M, que no posee orificios y cuyo tamaño puede variar de un país a otro. Al ser fabricados con una técnica de prensado, tiene un buen acabado y dimensiones exactas.
También están los ladrillos macizos con cazoleta o rebaje, que sirven para rellenar con mortero y son muy útiles para construir tabiques con o sin juntas.
Por otro lado, encontramos el ladrillo macizo perforado o liviano que, como su nombre lo indica, tiene pequeñas perforaciones en una de sus caras. Por su resistencia y estanqueidad, se los suele emplear para la construcción de fachadas o muros.
El ladrillo aplantillado o moldeado, cuya fabricación se realiza en base a un molde arqueado, se caracteriza por la curvatura que presenta en su perfil. En general, se lo usa en arcos o bóvedas, con su cara menor colocada a la vista.
El ladrillo hueco (tipo H) es especialmente destinado para la construcción de tabiques que no requeritan soportar mucha carga o de muros dobles, que llevan en el medio material aislante. Este tipo de ladrillos posee perforaciones simples o dobles en el canto, reduciéndose de ese modo su peso y la cantidad de material usado.
Para hornos, calderas y chimeneas se emplea especialmente el ladrillo refractario, ya que está diseñado para poder soportar temperaturas muy elevadas.  Si bien está hecho con los mismos materiales que un ladrillo común, las proporciones de los mismos son distintas, utilizando en mayor medida alúmina y/o sílice.
El ladrillo conocido como “cara vista” (tipo V), debido a su excelente acabado y gran resistencia al agua, es usado para fachadas y zonas en las que el tabique queda al descubierto. Su fabricación es realizada con arcillas especiales a máquina,  y se lo cocina a alta temperatura con el propósito de eliminar casi cualquier porosidad. Eso hace que sean más densos y resistentes a la compresión. A causa de su baja absorción de agua, su colocación debe realizarse con un  mortero especial. Este tipo de ladrillos también es conocido como clinker o gresificado y los hay con diferentes terminaciones, tales como rústico, gres o esmaltado.
Los tradicionales ladrillos de adobe de tierra, hechos con barro crudo, que se usan desde tiempos remotos, hoy en día se los suelen utilizar en bioconstrucción o casas rústicas. Se caracterizan por su gran capacidad de aislación térmica.
Por último, mencionaremos al ladrillo cocido de tierra o arcilla, fabricado artesanalmente. Carece de perforaciones y sus caras son rústicas.
Otras clasificaciones
Los ladrillos también pueden ser clasificados de acuerdo a su capacidad de resistencia a condiciones extremas. Así, por ejemplo, están los MW, que soportan condiciones climáticas como heladas o escarcha; los SW, ideales para soportar condiciones climáticas adversas extremas; y los ladrillos NW, utilizados solamente  para interiores ya que no resisten cambios del clima bruscos.

 

Los mejores aislantes para proteger nuestra vivienda

Estamos surcando mares donde el ladrillo español busca nuevas alternativas a la lenta y leve recuperación del sector dentro de sus propias fronteras, mediante la exportación de ladrillos o la venta de inmuebles a extranjeros como segunda residencia. Sin embargo, y pese a esta situación contextual, muchos de los que están planificando o construyendo su casa piensan qué tipo de aislantes pueden utilizar para proteger su vivienda del frío, el calor o el ruido.

En muchas casas las altas temperaturas estivales generan un verdadero horno de paredes de hormigón o madera, donde la vida de la familia se torna por momentos agobiante. En el otro extremo se encuentran las casas construidas en zonas donde los días de calor son escasos, y más bien, la estructura de la vivienda soporta humedad y frío durante la mayor parte del año. Los medios eléctricos para combatir el calor son costosos, por lo que una alternativa para tenerlos conectados el menor tiempo posible, es dotar a nuestra vivienda de un buen sistema térmico de aislamiento del calor.

En este sentido existen en el mercado una gran variedad de productos aislantes en función de la parte de la casa que queramos proteger de los cambios climáticos que se manifiestan con las distintas estaciones.

Una de las claves antes de decidir qué material se va a usar para el aislamiento de una de las paredes de nuestra vivienda, es tener en cuenta la temperatura que predomina en la zona. Tampoco se pueden descuidar datos como el tamaño de la casa, los humificadores y radiadores con los que cuenta.

En una segunda instancia, y una vez conocidos todos estos datos, debemos elegir el aislante que consideremos más conveniente, aunque los más recomendables para las paredes son: la lona plástica, el hormigón, los ladrillos huecos, el estuco sintético y el aislamiento de vertido.

En las zonas geográficas donde las lluvias son abundantes, la lona plástica es muy recomendable; ésta se coloca durante la construcción de la vivienda y tiene la finalidad de aislar los muros de las humedades que puedan ocasionarse.

Para las zonas en las que predominan las bajas temperaturas, el hormigón se presenta como el aislante más recomendado. La acción del hormigón en pos de mantener la calidez en la vivienda es la de concentrar el calor para luego liberarlo en el interior de los ambientes.

El sistema más moderno de aislamiento contra el frío es el poco conocido estuco sintético, consistente en una pared integrada por diferentes capas, y cuya función principal es disminuir las filtraciones de aire dentro del hogar.

Si lo que buscamos son instalaciones simples contra el frío, una opción muy conveniente es el aislamiento de vertido. Se trata de un líquido que se instala entre los líquidos de las vigas.

Uno de los aislantes más utilizados en las viviendas, y que cuenta con la ventaja de ser eficiente, tanto contra el frío como contra el calor, son los clásicos ladrillos huecos. Su fisonomía caracterizada por ese sistema de vacios en el interior de los bloques, hace que el calor y el frío tengan más dificultades para penetrar en la vivienda.

Cabe destacar que los aislantes que resultan efectivos contra el frío, también lo son contra los ruidos, que generalmente resultan molestos para la mayoría de las personas, sobre todo cuando se trata de casas adosadas o bloques de departamentos donde una vivienda se separa de la contigua por una delgada pared.

Fuente foto 1: (arqhys.com)

Fuente foto 2: (ratsa.com)

Apostar por revocos sencillos y de calidad

Para algunos expertos inmobiliarios vender los activos construidos de las costas españolas en el extranjero, ayudaría a resolver grandes problemas como el exceso de endeudamiento público y privado, y la crisis del sector de la construcción. Sin embargo, y sin restarle importancia a estas conclusiones,  las empresas y particulares que siguen construyendo en el país deben continuar aplicando las técnicas más convenientes para resolver múltiples aspectos de su labor cotidiana.

 

Uno de estos aspectos –entre muchos otros- son las diferentes formas de revocar una pared. La forma más adecuada de revocar una pared, siempre dependerá del tipo de construcción, las características del muro, y el tipo de pintura que se le aplicará.

Para los propietarios que buscan originalidad en las paredes de su casa, los revocos con textura o pulidos son una muy buena idea si se quiere conseguir esta finalidad.

La ventaja de estos revocos es que no implicarán demasiado trabajo si se lo compara con el simple pintado. Los productos que debemos utilizar se venden ya mezclados, y las herramientas que necesitaremos para llevar a cabo el trabajo serán de las más sencillas.

Cuando llegue la hora de los revocos, debemos tener en cuenta unas máximas fundamentales que siempre es conveniente recordar y cumplir:

*La aplicación de revocos son apropiados cuando se concretan sobre superficies planas, independientemente de la naturaleza de las mismas: cal, cemento, yeso, placas de cartón de yeso o tableros.

*La preparación de las paredes antes de emprender un revoco implica la cuidadosa retirada de papeles viejos que pudieran haber quedado en las mismas, restos de pinturas y de colas, o partículas sueltas. Es importante no creer que esta labor no tiene importancia, puesto que puede marcar la diferencia entre un revoco de calidad y uno deficiente.

*Es necesario utilizar una imprimación acrílica de fachadas al agua; se la debe extender con una brocha o rodillo. Resulta significativo saber que este tratamiento mejora la aglomeración de los fondos arenosos, y a su vez, la adherencia del revoco, detalles fundamentales para la calidad del trabajo.

*En relación con el punto anterior, hay que aportar que el yeso, las placas de yeso y los tableros se tratan con imprimación acrílica de fachadas, siempre con la vista puesta en mejorar su adherencia.

Considerando estos consejos y recomendaciones de obligado cumplimiento, si queremos conseguir revocos duraderos, pasaremos a desarrollar las dos posibilidades principales a las que podemos apelar para hacerlo:

-Revoco rayado: el material a utilizar consiste en una pasta rayable sintética que tiene a la arena natural como componente principal. Una vez que la pared está preparada e imprimada, tenemos que aplicar la masa con la llana; la masa debe ser de un espesor determinado por el tamaño del grano. Así, cuando la masa todavía esté húmeda, debemos moldear la superficie con la llana de madera o de plástico, y dejar que los granos de arena marquen tramas en la masa. En esta instancia podemos idear y diagramar los dibujos que queramos, como líneas, círculos, cuadros etc. Todo el trabajo de revoco rayado debe apuntar a lograr que la pared tenga un revoco homogéneo.

-Revoco rugoso o picado: a diferencia del anterior, este revoco se basa en una pasta sintética al agua, sin arena, y que se aplica con llana, rodillo o pistola. El revoco rugoso se caracteriza por contener más agua que el de la pasta rayable, y se extiende en una capa más delgada. Este tipo de revoco exige que cuando la masa todavía está húmeda haya que darle textura mediante la utilización de llanas, paletas, cepillos, rodillos de goma o de esponja gorda.

Otros consejos de mucha utilidad son:

-Que todo revoco debe agitarse muy bien antes de usarse

-Que si el mismo es demasiado consistente conviene suavizarlo con un poco de agua agregada a la mezcla.

-Que los envoltorios de los productos que hemos usado deben quedar bien cerrados al final de la jornada para que éstos no se endurezcan.

Fuente foto 1: (beissier.es)

Fuente foto 2: (parana.olx.com.ar)

Recaudos para construir un muro de ladrillos

Al momento de pensar en construir un muro o, porqué no, una casa, lo más sencillo y económico es hacerlo con ladrillos. Este tipo de construcción presenta diversas ventajas que valen la pena tener en cuenta.
Una de las principales ventajas de construir una pared de ladrillos es que se trata de una opción económica. Claro que, de acuerdo al presupuesto con el que contemos, podremos incluir además revoques o revestimiento invisible para que quede una fachada de ladrillos a la vista.
Al mismo tiempo, este tipo de construcción es bastante simple. No hay mucho secreto en ello más que colocar una poco de mezcla entre cada capa de ladrillos. De todos modos, es necesario tomar algunos recaudos, pues todo no puede ser hecho a simple vista.
Consejos para construir una pared de ladrillos
Una de las principales cuestiones que deben ser contempladas al construir una pared de ladrillos reside en el modo de colocación de los mismos. En tal sentido, los ladrillos deben ser ubicados de manera alternada, por lo que hay que cuidar de no apilarlos uno encima del otro de modo que queden todos en una misma línea, pues de lo contrario la construcción carecerá de estabilidad por completo. Esto puede parecer algo más que evidente ya que lo solemos ver en todas las construcciones. Pero hay quienes optan por hacerlo a su manera, sin saber que se trata de un gran error. De modo que al colocar los ladrillos de forma alternada, es decir, un ladrillo sobre otros dos ladrillos, conseguiremos que la pared sea más consistente y estable.
Otro aspecto que no debemos dejar pasar por alto, por más que para algunos resulte obvio, es la necesidad de colocar una capa de mortero entre la primera hilera de ladrillos y el suelo, porque esto actuará como base y sostendrá toda la estructura.
Además, antes de empezar a construir una pared, resulta indispensable contar con la cantidad de ladrillos que necesitamos. Y ahí es donde comúnmente suele surgir la duda de cómo debemos calcular los ladrillos para una pared, para no comprar de más o de menos. Para ello, sólo basta con saber que cada un metro cuadrado de pared se precisan aproximadamente unos 130 ladrillos. De modo que debemos calcular cuál será la superficie total de la pared que deseamos construir, multiplicando la base por la altura, y sacar el proporcional de la cantidad de ladrillos que vamos a usar mediante una regla de tres simple. Por las dudas, siempre se recomienda comprar un poco de más.
Para pegar los ladrillos se recomienda hacerlo usando el sistema húmedo, que consiste básicamente en formar argamasa con agua y cemento, mojando los ladrillos y aplicando la pasta húmeda entre ellos para una mejor fijación de los mismos.
Como podemos ver, construir una pared de ladrillos no es nada del otro mundo. Por lo que si preferimos hacerlo nosotros mismos para no tener que gastar dinero contratando los servicios de personal calificado, con estos consejos ya estamos preparados para hacerlo.

 Imagen:

arquigrafico.com

Curiosas y sencillas formas de colocar una moqueta

A pesar de que los datos del ladrillo en España no son alentadores, por lo menos desde el punto de vista de los inmuebles sin vender (688.00 viviendas de obra nueva y 200.000 activos adjudicados a los bancos), los tenues signos de recuperación exigen que las técnicas en el trabajo de construcción se sigan aplicando de una forma profesional.

Dentro de estas técnicas inherentes al trabajo de la construcción, y directamente relacionadas con una etapa determinada del mismo, está la instalación de la moqueta, que también puede hacerse con cinta adhesiva.

Sin duda alguna, la colocación de la moqueta no forma parte de la construcción estructural de una vivienda o edificio de oficinas, pero sí de los trabajos de culminación interna de un inmueble cuando éste ya fue levantado. También hay que decir que la moqueta no es un elemento obligatorio de una construcción, como lo son las paredes, techos, suelos, puertas, instalaciones eléctricas etc, pero en muchos inmuebles su aplicación está pensada desde los mismos planos arquitectónicos de esa construcción.

Es por lo dicho, que conocer las pautas fundamentales para colocar convenientemente una moqueta puede ser de utilidad, tanto para principiantes como para constructores con experiencia.

En primera instancia hay que decir que al momento de instalar una moqueta es fundamental conocer la naturaleza de la superficie sobre la que se va a colocar. Hay importantes diferencias entre hacerlo sobre madera, PVC o solado, puesto a que el adhesivo que se debe utilizar cambiará.

Existen varias posibilidades de instalar una moqueta, y quizá la más fácil sea utilizar una banda adhesiva de doble cara en cada uno de los bordes y en las juntas, con el fin de que el material no se mueva. Este método resulta ser muy conveniente para superficies muy pequeñas y suelos de PVC.

Si preferimos optar por otra posibilidad podemos emplear un adhesivo para suelos, pero sin disolventes. En este caso tendremos que tener en cuenta que pueden resultar dañinos para la salud.

Si el suelo fuese de madera tendremos que aislar previamente la superficie y prepararla.

Asimismo podemos utilizar cola fluida; la podremos retirar fácilmente con agua y productos de limpieza.

Es importante saber que el reverso de la moqueta influirá en el tipo de adhesivo. Si el reverso es liso, todas las cintas adhesivas disponibles en el mercado serán válidas para lograr la adhesión. Cuando tenemos que trabajar con moquetas de reverso textil, éstas requieren una fuerza de unión de mayor fortaleza.

Para lograr el gratificante objetivo de colocar la moqueta que tanto deseamos en alguna habitación de nuestra casa o en nuestro despacho, necesitaremos una rasqueta dentada, una paleta, algún elemento de corte como cúter o cuchilla, plantillas de acero para calibrar exactamente el corte, artículos y productos de limpieza, y naturalmente, el adhesivo.

Las recomendaciones más importantes cuando vamos a emprender el trabajo de colocar la moqueta son:

-preparar adecuadamente el suelo

-si vamos a colocar la moqueta sobre un suelo de baldosas, debemos limpiar la superficie con bencina.

-en caso de que lo instalemos sobre suelo de madera es conveniente aislarlos previamente, quizá con un fieltro de yute, sobre el que colocaremos un tablero de 10 mm de grosor destinado a compensar las desigualdades.

-Otra opción es aplicar un solado con una rasqueta, y posteriormente igualarlo a fin de conseguir la homogeneidad de la superficie.

Fuente foto 1: (andresvalero.es)

Fuente foto 2: (moquetasonline.com)

El ahorro y el tiempo en la construcción

Teniendo en cuenta que tanto el diseño como la construcción de una vivienda es un trabajo artístico, no sólo hacen falta conocimientos sobre arquitectura, diseño de edificaciones y planes de plantas para dividir interiores, sino también pasión por estas labores.

Actualmente muchos profesionales y compañías constructoras y diseñadoras de casas ofrecen planes arquitectónicos cerrados y definidos para que los interesados puedan hacer directamente su selección.

Si el cliente lo demanda y los planes armados no lo satisfacen, éste puede solicitar a los profesionales que adecuen los catálogos a sus requerimientos particulares. Estas demandas pueden pasar por cuartos más amplios en detrimento de los estándar, un espacio adicional para almacenamiento, un escritorio o cuarto privado, un trastero con dimensiones especiales, o un espacio en el garaje para dos coches, entre tantas otras peticiones.

En una época de “vacas flacas” de nuestra economía y de la capacidad de ahorro destinado a la construcción y acondicionamiento de la vivienda, no es secundario destacar que si uno se encarga del trabajo de construcción de su propia casa, puede ahorrarse entre un 15% y un 40% de los costos de construcción. Sin embargo, el aspecto contraproducente de esta decisión es que la falta de conocimientos y experiencia del propietario, en relación a las tareas que decidió acometer, puede generar un gasto imprevisto en concepto de asesoramiento y asistencia externa directa.

Considerando esta posibilidad, la recomendación más oportuna que se puede realizar, es que para lanzarse de forma independiente a la construcción de la casa propia, se deben tener los conocimientos suficientes, de tal modo que las ansias de ahorro no se conviertan en más gastos de los previstos.

Igualmente, y para no desmoralizar a ningún propietario voluntarioso, es preciso remarcar que se puede ahorrar una importante suma, si se cuenta con habilidades específicas como la pintura, las tareas manuales , la carpintería, la plomería, el diseño de mobiliario interior, o la instalación de aparatos eléctricos. La posibilidad de evitar el gasto que implica el manejo de uno o varios de estos oficios, se traduce en un ahorro del que muchas veces no somos del todo conscientes. Y además, las fuentes de ahorro no se agotan en el conocimiento de oficios, ya que el manejo de ciertas herramientas y el conocimiento de algunos materiales, contribuyen en buena medida a evitar la sangría de ahorros destinados a las distintas facetas de construcción.

Más allá de que las cuentas nos favorezcan cuando nos sentamos a evaluar el nivel de ahorro, el tiempo de conclusión de las obras también es un factor en el que tendremos que pensar. La estructura de la casa puede construirse relativamente rápido, pero no así los interiores de la misma, que llevará más tiempo debido a la gran cantidad de detalles e instalaciones que la componen. El interior acarrea muchas selecciones (pintura de decenas de paredes, baldosas, azulejos del baño, instalaciones de servicios obligatorias, útiles e instalaciones para la cocina, pisos, molduras, trabajos en madera etc)

Es por todo lo señalado que la planificación de la construcción y el diseño de nuestra vivienda, no podrá pasar por alto la búsqueda de equilibrio entre el ahorro posible y el tiempo de conclusión de los trabajos.

 

Franco Maiolini Sánchez

 

 

Fuente foto 1: (puertosantander.es)

Fuente foto 2: (arqhys.com)