Aunque en muchas ciudades españolas no se vean masivamente como en años anteriores, para muchos analistas del sector de la construcción es cuestión de tiempo para que se vuelvan a visualizar muy por encima de nuestras ventanas.
Desde su misma concepción, las grúas son estructuras indispensables para desarrollar cualquier proyecto constructivo y arquitectónico de gran calado. Nos referimos a un material esencial para edificar grandes infraestructuras, ya no sólo complejos habitacionales, edificios o centros industriales y de oficinas, sino también puentes, túneles de montaña y monumentos.
Es inevitable preguntarse: ¿Qué sería del mundo de las grandes construcciones si no fuese por las grúas?
Ante la crisis del ladrillo que azota la península y el alto costo de las grúas, las empresas de esta imponente maquinaria, que ha evolucionado y recorrido el mismo camino que las constructoras, han decidido poner en práctica nuevas iniciativas en conjunto. Estas iniciativas contemplan acciones como la posibilidad de alquilar y mantener dichas grúas para que las constructoras no tengan que desembolsar grandes sumas.
Estas facilidades otorgadas por parte de las empresas de grúas, han sido recibidas con gran satisfacción por parte de las constructoras, que han visto cómo un sector industrial “hermano” les está tendiendo una mano. Y tan importante fue esta mano, que otras empresas dedicadas a la fabricación y venta de maquinaria y materiales de construcción, decidieron copiar el mismo procedimiento. La implementación de este sistema ha hecho que hoy en día, esta forma de adquisición de maquinaria tan esencial como las grúas, sea más frecuente que las adquisiciones en propiedad.
En general, las grandes empresas de construcción pueden comprar sus grúas, ya que nunca dejarán de usarlas, ya que contribuyen significativamente en sus trabajos, pero para las pequeñas empresas es prácticamente imposible adquirir una grúa, básicamente por su alto coste. En referencia a esto último, la alternativa de poder alquilar grúas representa para muchas compañías pequeñas, nada más y nada menos que la posibilidad de poder trabajar y ampliar sus chances de negocio.
Concretamente podemos distinguir tres tipos de grúas:
*Grúas fijas o torre: como su nombre lo indica, son moles que se instalan en un lugar determinado mediante su agarre a la superficie, o a un soporte anclado en la misma. Las grúas fijas suelen ser torre. Por ejemplo, si consideramos que una estructura alta se está construyendo en el mismo sitio de construcción, tendría que tener sin objeciones una grúa torre. Toda grúa se utiliza en el levantamiento de grandes pesos, pero las grúas torre ofrecen la ventaja adicional de levantamiento de pesas a lugares muy altos
*Grúas de raíles o elevadas: se colocan sobre el techo de la construcción emplazada sobre unos raíles que permiten su desplazamiento de forma limitada.
*Grúas dinámicas: cumplen su función sobre soportes móviles en la superficie; estos soportes son conducidos por un vehículo a motor, permitiendo un desplazamiento a voluntad y casi ilimitado por parte del obrero que las dirige. La peor desventaja de este tipo de grúas es que tienen bastante inestabilidad, por lo que exigen cuidadosas precauciones respecto al peso con el que se trabaja.
Franco Maiolini Sánchez
Fuente foto 1: (puestaenobra.blogspot.com)
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