El ahorro y el tiempo en la construcción

Teniendo en cuenta que tanto el diseño como la construcción de una vivienda es un trabajo artístico, no sólo hacen falta conocimientos sobre arquitectura, diseño de edificaciones y planes de plantas para dividir interiores, sino también pasión por estas labores.

Actualmente muchos profesionales y compañías constructoras y diseñadoras de casas ofrecen planes arquitectónicos cerrados y definidos para que los interesados puedan hacer directamente su selección.

Si el cliente lo demanda y los planes armados no lo satisfacen, éste puede solicitar a los profesionales que adecuen los catálogos a sus requerimientos particulares. Estas demandas pueden pasar por cuartos más amplios en detrimento de los estándar, un espacio adicional para almacenamiento, un escritorio o cuarto privado, un trastero con dimensiones especiales, o un espacio en el garaje para dos coches, entre tantas otras peticiones.

En una época de “vacas flacas” de nuestra economía y de la capacidad de ahorro destinado a la construcción y acondicionamiento de la vivienda, no es secundario destacar que si uno se encarga del trabajo de construcción de su propia casa, puede ahorrarse entre un 15% y un 40% de los costos de construcción. Sin embargo, el aspecto contraproducente de esta decisión es que la falta de conocimientos y experiencia del propietario, en relación a las tareas que decidió acometer, puede generar un gasto imprevisto en concepto de asesoramiento y asistencia externa directa.

Considerando esta posibilidad, la recomendación más oportuna que se puede realizar, es que para lanzarse de forma independiente a la construcción de la casa propia, se deben tener los conocimientos suficientes, de tal modo que las ansias de ahorro no se conviertan en más gastos de los previstos.

Igualmente, y para no desmoralizar a ningún propietario voluntarioso, es preciso remarcar que se puede ahorrar una importante suma, si se cuenta con habilidades específicas como la pintura, las tareas manuales , la carpintería, la plomería, el diseño de mobiliario interior, o la instalación de aparatos eléctricos. La posibilidad de evitar el gasto que implica el manejo de uno o varios de estos oficios, se traduce en un ahorro del que muchas veces no somos del todo conscientes. Y además, las fuentes de ahorro no se agotan en el conocimiento de oficios, ya que el manejo de ciertas herramientas y el conocimiento de algunos materiales, contribuyen en buena medida a evitar la sangría de ahorros destinados a las distintas facetas de construcción.

Más allá de que las cuentas nos favorezcan cuando nos sentamos a evaluar el nivel de ahorro, el tiempo de conclusión de las obras también es un factor en el que tendremos que pensar. La estructura de la casa puede construirse relativamente rápido, pero no así los interiores de la misma, que llevará más tiempo debido a la gran cantidad de detalles e instalaciones que la componen. El interior acarrea muchas selecciones (pintura de decenas de paredes, baldosas, azulejos del baño, instalaciones de servicios obligatorias, útiles e instalaciones para la cocina, pisos, molduras, trabajos en madera etc)

Es por todo lo señalado que la planificación de la construcción y el diseño de nuestra vivienda, no podrá pasar por alto la búsqueda de equilibrio entre el ahorro posible y el tiempo de conclusión de los trabajos.

 

Franco Maiolini Sánchez

 

 

Fuente foto 1: (puertosantander.es)

Fuente foto 2: (arqhys.com)